jueves, 11 de octubre de 2012


LOS TRES CONSEJOS
(Cuento Popular)
(Ilustración: Gustavo Aimar - Fuente: Internet)
Cuentan que hace mucho tiempo en un pueblecito del interior, vivía  una pareja de recién casados, eran muy pobres y no tenían como vivir. Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa:

- “Querida,  voy a viajar muy lejos, buscaré un buen empleo y trabajaré hasta tener lo suficiente para poder mantenernos y darte una vida mas cómoda y digna. No sé cuanto tiempo me tomará, solo te pido una cosa: que me esperes y mientras yo este lejos, me seas fiel, pues yo te seré fiel a ti.”

Se despidió de su esposa y salio de su hogar. Caminó muchos días hasta encontrar una gran hacienda. Para su suerte  necesitaban un trabajador. El joven se ofreció  y fue aceptado.

Antes de comenzar a trabajar exigió hablar con el dueño de la hacienda y le pidió hacer un trato:

- “Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando encuentre que debo irme, el señor me liberará de mis obligaciones. Yo no deseo recibir mi salario. Le pido al señor que lo guarde hasta el día en que me vaya. El día que yo salga Ud. me dará el dinero que yo haya ganado."

Los dos estuvieron de acuerdo.
Aquel joven trabajo durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso.

Después de veinte años se acerco a su patrón y le dijo:

- “Patrón, deseo  regresar a mi casa, por favor entrégueme mi dinero.”

El patrón que le había agarrado cariño le respondió:

- “Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una propuesta. Yo te doy tu dinero y te vas o te doy tres consejos  y te vas.
Si te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Piénsalo y después me das la respuesta.”

El hombre pensó durante tres días, busco al patrón y le dijo: “QUIERO LOS TRES CONSEJOS”

El patrón le recordó: 

- “Si te doy los consejos, no te doy el dinero.”

Y el empleado respondió: 

- “Quiero los consejos.”

El patrón entonces le dijo:

- Estos son los concejos:
“NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA". Caminos mas cortos y desconocidos te pueden costar la vida.

"NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL". Pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.

"NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR". Pues puedes arrepentirte demasiado tarde."

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, lo siguiente:

- “Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje y este  tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a casa. guardalo con cuidado y recuerda compartirlo con ella.”

El hombre entonces, le agradeció y comenzó el camino de regreso a casa, tras  veinte años de ausencia  y lejos de su esposa, la que el tanto amaba. Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludo y le pregunto:

- “Para donde vas?”

Él le respondió:

- “Voy para mi pueblo y queda a más de veinte días de caminata por esta carretera.”

La persona le dijo entonces:

- “Este camino es muy largo, yo conozco un atajo por el cual llegaras en pocos días”.
El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo, “NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. CAMINOS MAS CORTOS Y DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA”. Entonces se alejó de aquel atajo y volvió  al camino normal. 
Dos días después se enteró que aquel atajo llevaba a una emboscada y que en aquel lugar a otro viajero lo asaltaron, lo golpearon, y le robaron toda su ropa.

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión junto al camino. Era muy tarde en la noche y parecía que todos dormían, pero igual toco la puerta. Una mujer con mala cara le abrió y lo atendió. Como estaba tan cansado, tan solo le pagó la tarifa del día sin preguntar nada, y después de tomar un baño se acostó a dormir.

De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador. Se puso de pié de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. “NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL PUES LA CURIOSIDAD POR EL MAL PUEDE SER FATAL” . Entonces el hombre regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar su café, el dueño de la posada le pregunto si no había escuchado un grito y el joven le contesto que si lo había escuchado.

El dueño de la posada de pregunto:

- "¿Y no sintió curiosidad?"

- Si, al comienzo pero luego preferí no salir.

- "Usted ha tenido suerte en no salir, pues en las noches nos acecha una mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped sale lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se esfuma."

El joven asustado siguió su largo camino de regreso, ansioso por llegar a casa. Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzo a ver que ella no estaba sola.

Se acercó un poco mas y vio que ella abrazaba a un hombre al que le hacía acaricias en los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. Respiró profundo, apresuro sus pasos, cuando recordó el tercer consejo: “NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE”
Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión.

Al amanecer ya con la cabeza fría se dijo:

- “No voy a matar a mi esposa. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel.”

Se dirigió a la puerta de la casa y tocó. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente. El trata de quitársela, pero no lo consigue.

Entonces con lagrimas en los ojos le dice:

- “Yo te fui fiel y tú me traicionaste."

Ella espantada le responde:

- “¿Cómo?... Yo nunca te traicioné. Te esperé durante veinte años."

El entonces le preguntó:

- “¿Y quién era ese hombre que aabrazabas ayer por la tarde?"

Y ella le contestó:

- “Aquel hombre es nuestro hijo. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte años de edad."

Entonces el marido entró, conoció, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, mientras su esposa preparaba la comida. Se sentaron a comer las delicias que ella preparó acompañadas de el ultimo pan, aquel que le dio su amo para comerlo junto con su esposa. Después, con lágrimas de emoción, partió el pan, y al abrirlo, se encontró todo el dinero que había ganado, era el pago de sus veinte años de dedicación...

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