LA ZANAHORIA GIGANTE
(Cuento
popular Ruso)
(Ilustraciones: Elena Gisbert
Fuente: Internet)
Había una vez un granjero y una granjera
que vivían en una casa muy bonita en el campo.
Una mañana el granjero despertó y luego de bostezar despertó a la granjera.
Ella abrió la ventana y respiró el aire fresco de la mañana.
Luego de tomar desayuno fueron al huerto
para sembrar las semillas de las plantas que querían que crezcan en el huerto.
Era primavera, así que era el momento perfecto para hacerlo.
Primero seleccionaron las semillas, unas
de papas, otras de rabanitos, otras de lechugas, otras de arvejitas, otras de
tomates y otras de zanahoria.
Luego de sembrarlas cada una en un surco,
le echaron agua y con los rayos del sol estaban seguros que las plantas
crecerían hermosas.
Pasaron así los días, las semanas y los
meses y luego una mañana muy temprano el granjero despertó, bostezó y despertó
a la granjera. La granjera abrió
la ventana, respiró el aire fresco de la mañana y entonces sintió los rayos
calientes del sol.
La granjera sorprendida miró el huerto y así que supo al instante que ya era hora de
cosechar todo lo sembrado.
Primero sacaron las papas, hermosas y
redondas. luego los rabanitos rojos y sabrosos, luego sacaron las lechugas verdes y frescas,
luego las arvejitas tan largas y bonitas y luego los tomates jugosos y rojos.
Cuando estaban terminando se acercaron
a las zanahorias, sacaron, una, sacaron dos, sacaron tres, cuatro y cinco y
cuando estaban por la última, la zanahoria se dieron cuenta que en realidad era
muy grande y muy difícil de sacar.
El granjero estuvo tratando de tirar y
tirar la zanahoria y cómo no pudo le dijo a la granjera:
- Necesito que me ayudes, esta zanahoria
está muy difícil de tirar.
Así que el granjero y la granjera
comenzaron a tirar y a tirar, y a tirar pero no pudieron sacarla así que
estuvieron pensando que hacer. Ellos solos no podían.
Así que el granjero dijo:
- Será mejor que pidamos ayuda. – Y
entonces decidieron pedir ayuda a su nieta.
La granjera llamo a la nieta y le
pidieron ayuda.
Entonces el granjero, la granjera y la nieta,
comenzaron a tirar fuerte, fuerte.
Pero no podían sacar la zanahoria ellos
tampoco. Entonces decidieron pedirle ayuda al perro.
Así que
el granjero, la granjera, la nieta y el perro comenzaron a tirar.
Pero como no pudieron sacarla decidieron
pedirle ayuda al gato.
Así que el granjero, la granjera, la
nieta, el perro y el gato comenzaron a tirar y tirar. Pero no pudieron sacar la
zanahoria. Entonces decidieron pedir ayuda al ratón.
Entonces el granjero, la granjera, la
nieta, el perro, el gato y el ratón comenzaron a tirar. Y tiraron tanto, tanto
y tan fuerte, tan fuerte que todos salieron volando por los aires.
El granjero cayo sentado sobre el la
granjera, sobre la granjera sobre la nieta, la nieta sobre el perro, el perro
sobre el gato y el gato sobre el ratón.
Todos estaban tirados en el jardín panza
arriba llenos de moretones y despeinados
pero valió la pena.
Por fin pudieron sacar la zanahoria grande, pero no era una
zanahoria grande, no, era una zanahoria gigante y por eso no salía de la
tierra.
Con la zanahoria gigante la granjera
preparó un pastel de zanahoria delicioso y fue tan pero tan grande que esa
noche cenaron el granjero, la granjera, la nieta, el perro, el gato y el ratón.
Fin.
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